Asignatura pendiente era el título de una película que se estrenó en España en los inicios de la democracia. Corría el año 1977 y la protagonizaron José Sacristán y Fiorella Faltoyano. El argumento se centraba en una pareja que se volvía a ver muchos años después de haber mantenido un noviazgo, según las estrictas normas de moralidad establecidas en la España de Franco allá por los años cincuenta. Coincidieron al reencontrarse en que tenían una asignatura pendiente y decidieron hacer algo que no se atrevieron entonces. En el Partido Popular hay, casi siempre, una asignatura pendiente en su gestión: es la Cultura, a la que no le dan ni el tratamiento ni la importancia que merece. Salvo raras excepciones, en sus gobiernos no ha habido espacio para un ministerio de Cultura, que por lo general ha aparecido como un apéndice, bien del ministerio de Educación o de otro departamento.

En el caso de Andalucía ocurre también. Después de haber tenido una consejería de Cultura en el primer gobierno de los populares, que fue bien gestionada, en el segundo, ya con mayoría absoluta y, sin necesitar del apoyo de Ciudadanos como ocurrió en el primero, la cultura ha quedado subsumida en la consejería de Turismo. Siendo el turismo una cuestión de suma importancia, tanto económica como social, la cultura se encuentra en una especie de ostracismo y, claro, las cosas no marchan bien. El Centro Andaluz de las Letras del que, sin mayores explicaciones, fue desplazada por el clan malagueño, quien era su directora Eva Díaz, sin una mínima explicación, no funcionó con su nuevo director, que acabó dimitiendo a los pocos meses. Ahora nos encontramos con el cobro de una entrada para acceder a una serie de museos o monumentos que hasta ahora había sido gratis. Se nos dice que las previsiones de recaudación serán bajas, que no llegarán a cubrir la tercera parte de los costos de mantenimiento de esos centros. Es cierto que lo que se da gratuitamente no se valora como es debido y que, por lo tanto, el pago supone una forma de revalorización. Tengo algunas dudas sobre lo de la revalorización, si bien admito que lo gratuito no se valora debidamente. Pero me temo que esa decisión de la Junta tiene mucho que ver con la poca relevancia que los populares dan a la cultura, aunque defiendan la tauromaquia contra las nefastas políticas que se implementan desde el ministerio que tiene como titular a Urtasum y no sólo con la tauromaquia. Alguien podría pensar que para tener un ministerio dirigido por quien sostiene planteamientos más que cuestionables, mejor dejar la cultura escorada y como un simple añadido.

En Córdoba se sigue la misma estela como pone de manifiesto que el culebrón que otros, léase la Izquierda Unida de García, protagonizaron con la restauración del convento de Regina, que ni fue contenedor cultural ni ninguna otra cosa porque el edificio continúa en estado ruinoso. Lo mismo le ocurre al que fuera pósito municipal que, como señalaba ABC hace unos días, está apuntalado y sin techumbre, y en un estado penoso muy lejos de ser el mercado gourmet con el que se planteó su restauración.

Lo dicho, la cultura es para los populares una asignatura pendiente.

(Publicada en ABC Córdoba el viernes 7 de junio de 2024 en esta dirección)

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